Parabola sobre mi vida
A continuación una parábola de lo que ha sido mi vida y lo que creo que será por mucho tiempo:
“Paul se encuentra en el momento en la cima de una montaña contemplando el porqué de su existencia. Observando todo a través de su visión esmeralda. La vida le parece una cosa maravillosa y todas las emociones que percibe en el momento hacen que su espíritu se estremezca y quiera contarles a todo lo que ha experimentado.
En un momento dado, Paul observa como un hombre al pie de la montaña está casi casi… ahogando a un inofensivo perro. Viendo aquella injusticia, nuestro protagonista corre como nunca para bajar la montaña en busca de detener a la persona. De camino, se encuentra a muchas personas a la que logra inspirar y darles esperanzas de que aún hay chance de salvar al perro gracias al gran optimismo brillante que demostró. Pero antes de llegar con el hombre y al pobre perro, Paul se encuentra con varios pueblerinos y se entera de sus problemas. Ofrece ayudar a las personas del pueblo con varias tareas como reparar corazones rotos, rescatar niños, construir casas nuevas y resolver todos sus problemas mientras carga a los órganos del pueblo en sus espaldas. Pero aún no ha llegado a donde el perro y ahora se pregunta a cual problema debería de darle prioridad. ¿Puede tan siquiera resolverlos todos? Su corazón le dice que tiene un propósito y que debe mantenerse fiel a él (llegados a este punto Paul ya se ha olvidado del perro debido a todas las cosas que ocurrieron en el ínterin).
Cansadisimo de los problemas que siguen apareciendo, Paul se decide volver a subir a la cima para redescubrir el propósito por la que había subido originalmente y escapar de todos los ruidos que le rodean. ¡BOING! Ve un conejo pasar.
Ya de vuelta en la cima, después de respirar el fresco aire de la montaña y observar la belleza del mundo, Paul logra recuperar su vigor… ¡OH POR DIOS SANTO! ¡Ese hombre va a ahogar a ese pobre perro! Y Paul corre de nuevo a salvar al perro…”
“Paul se encuentra en el momento en la cima de una montaña contemplando el porqué de su existencia. Observando todo a través de su visión esmeralda. La vida le parece una cosa maravillosa y todas las emociones que percibe en el momento hacen que su espíritu se estremezca y quiera contarles a todo lo que ha experimentado.
En un momento dado, Paul observa como un hombre al pie de la montaña está casi casi… ahogando a un inofensivo perro. Viendo aquella injusticia, nuestro protagonista corre como nunca para bajar la montaña en busca de detener a la persona. De camino, se encuentra a muchas personas a la que logra inspirar y darles esperanzas de que aún hay chance de salvar al perro gracias al gran optimismo brillante que demostró. Pero antes de llegar con el hombre y al pobre perro, Paul se encuentra con varios pueblerinos y se entera de sus problemas. Ofrece ayudar a las personas del pueblo con varias tareas como reparar corazones rotos, rescatar niños, construir casas nuevas y resolver todos sus problemas mientras carga a los órganos del pueblo en sus espaldas. Pero aún no ha llegado a donde el perro y ahora se pregunta a cual problema debería de darle prioridad. ¿Puede tan siquiera resolverlos todos? Su corazón le dice que tiene un propósito y que debe mantenerse fiel a él (llegados a este punto Paul ya se ha olvidado del perro debido a todas las cosas que ocurrieron en el ínterin).
Cansadisimo de los problemas que siguen apareciendo, Paul se decide volver a subir a la cima para redescubrir el propósito por la que había subido originalmente y escapar de todos los ruidos que le rodean. ¡BOING! Ve un conejo pasar.
Ya de vuelta en la cima, después de respirar el fresco aire de la montaña y observar la belleza del mundo, Paul logra recuperar su vigor… ¡OH POR DIOS SANTO! ¡Ese hombre va a ahogar a ese pobre perro! Y Paul corre de nuevo a salvar al perro…”
Comments
Post a Comment