Algunas veces detesto el ser tan consciente de mi mismo
Algunas veces detesto el ser tan consciente de mi mismo. Si,
sé que quizás es raro el leer las palabras "detesto" y el pronombre
personal "mi". Honestamente, la palabra la prefiero en inglés; El ser
consciente de uno mismo se le llama "self-aware". "Self"
por si sola es una palabra poderosa. Denomina individualidad, la verdadera
naturaleza del ser, el yo. "Aware" seria la parte de estar
consciente. La parte que observa y analiza. Entonces, cuando combinas ambas
palabras y ves a alguien diciéndose que es "self-aware" puedes decir
que tienes ante ti a alguien que dice que es juicioso de si mismo. Alguien
sensato. Generalmente serio y cuidadoso tanto de sus acciones como de lo que
piensa.
Y para continuar, déjenme decirles que esto de ser
self-aware no es fácil. Provoca estrés. Provoca que uno se pase más tiempo en
su cabeza que viviendo el presente. Siempre recordando el pasado y enfocándose
en el futuro. La persona suele pasar por unas fases cíclicas que van desde una
elevada autoestima que brilla como un pinche sol hasta un autoestima tan baja
que si esto fuera Pokemon probablemente lo categorizarían como tipo tierra. ¿Y
saben lo peor de todo esto? Que alguien que se considere self-aware
generalmente no comunica nada de lo que observa en si mismo. Y si llega a
hacerlo, puedes considerar dos cosas: 1) La persona a la que le habla puede
considerarse afortunada porque toma mucha valentía el uno hablar de si mismo y
ser vulnerable frente a otro. 2) Eso que te acaban de contar es apenas un
cuarto de lo que la persona en verdad piensa.
Si vives con alguien que se haga llamar a si mismo
self-aware, puedes fácilmente tachar de tu bucket list (si es que tienes uno)
"encontrar a alguien que me haga crecer", porque lo que hace a
alguien self-aware especial es que tratan de nunca olvidar las necesidades de
los demás porque nunca se olvidan de las suyas mismas.
Fuente: un Paul procastinando el hacer la ultima tarea de su
jornada laboral.
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